Todo se puede ver desde distintos puntos de vista, lo que a mí me entusiasma puede que a ti te sea indiferente, o al revés. La Hora del Planeta también está incluida en ese todo que mencionaba al principio y hay muchas formas de verlo, pero las resumiré en estas 5.
1. La forma naif
En este grupo están los que creen que el simple hecho de apagar las luces durante una hora frenará el cambio climático, se producirá un ahorro de energía y prácticamente cambiará el rumbo del planeta (para mejor). Bueno, la verdad es que el “apagón” voluntario no mejorará el ahorro de energía y tampoco detendrá el cambio climático per se, pero es una gran campaña de sensibilización y concienciación que nos recuerda anualmente la importancia de la lucha contra el calentamiento global a nivel individual y, sobre todo, a nivel de administración pública y empresas.
2. La forma entusiasta
En este grupo están los que en los 5 minutos antes ya han pagado todas las luces, desenchufado todos los electrodomésticos, y no miran ni el móvil durante toda la hora. Vale, si realmente quieren hacerlo bien, ahí están por el buen camino, pero ¡ojo! El problema está cuando una vez que esta hora termina cambian radicalmente su actitud y viven en pantalón corto y camiseta en invierno, gracias a la calefacción, y crean pequeñas “Siberias” en verano a costa del aire acondicionado. En este caso está claro la poca repercusión que ha tenido en estas personas esta campaña.
3. La forma derrotista
Este es el grupo de personas que consideran que con este simple gesto no se consigue nada. Que la hora del planeta es cosa de hippies e ilusos o que es solo una forma en la que ciertas empresas encuentran la manera de hacerse publicidad.
4. La forma recelosa
Sí, recelosa al ver que muchas empresas, cuyas actividades generan un impacto ambiental importante, se apuntan al carro de la celebración haciendo un lavado de cara a su imagen y, de paso, publicitando sus productos, vamos lo que se llama greenwashing. ¿Pero puede ser que hagan greenwashing porque lo necesitamos? Puede ser, al fin y al cabo como explica la entrada del blog Un cuarto de ambiente, para hacer cualquier cosa se necesita dinero.
Hay muchas formas de ver este evento y como en la vida misma entre el negro y el blanco hay una gran tonalidad de grises.
Ahora llega el momento en el que me acusáis de no saber contar, porque si en el título he puesto 5 maneras de ver la hora del planeta luego me he quedado en 4. Pues no, no me la he comido porque sí, esa quinta forma de ver este evento es la tuya. ¿Qué te parece este evento? ¿Cómo lo vives? Anímate a dejar tu comentario para completar esta lista.
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Está claro que con una hora no solucionaremos el mundo, pero si que nos concienciaremos del gasto innecesario que hacemos, no valoramos el impacto real del derroche energético.
Yo participaré, pondré una velitas y me tomaré una cervecita charlando con mi pareja y cambiaremos el mundo a nuestra manera.
Una entrada muy interesante como siempre guapa. Un abrazo
Estoy de acuerdo con las 4 formas que nos propones, que hay visiones para todo. Pero también con Be Natural, my friend, porque el cambio es el símbolo.
A mí también me gusta hacer algo tranquilo por una vez, pensar, dar un paseo... Y lo celebro desde que conozco su existencia, porque estos días simbólicos, aunque sean sólo eso, hacen mucho bien al Planeta siempre que ablanden a los humanos.
Un abrazo y gracias por esta entrada,
Muchas gracias por contar la forma en la que la vives tú, como ves hay tantas formas... lo mejor es que sirve para poner en la mesa un tema muy importante. La concienciación es la clave para el cambio.
Un beso!
Como digo en la entrada, este es un tema que deja indiferente a poca gente, pero eso es algo bueno, genera debate en torno al tema a tratar. Un evento a nivel casi planetario que debería servir para concienciar..
Un saludo y gracias por el comentario, así la entrada queda más completa!
La hora del planeta me crea sentimientos encontrados. Pienso que pudo estar bien como forma de llamar la atención, pero que se ha convertido en un gesto vacío. Según el estado de ánimo con el que me llega cada año lo enfoco con una de las cuatro opciones que planteas.
En cualquier caso sí tengo claro que no es un evento sostenible y que no necesitamos greenwashing. Tenemos hora del planeta porque somos conscientes de que hay que cambiar las cosas: el greenwashing es seguir haciendo lo mismo pero pintado de verde.
Quizá si las compañías que patrocinan actividades en la hora del planeta invirtiesen ese dinero en eficiencia energética, en racionalizar los horarios de sus empleados, en salarios que éstos pudiesen invertir en mejor aislamiento térmico de sus viviendas... no necesitaríamos más "horas del planeta" especialmente teniendo en cuenta que se nos está acabando el tiempo para tomar medidas serias en relación a la sostenibilidad de nuestras actividades y nuestro modelo de consumo.
Hola Alberto,
yo veo la hora del planeta como un evento de concienciación, una buena oportunidad para hablar de temas como cambio climático, ahorro y eficiencia energética...
Respecto al greenwashing, claro que no me gusta, pero si quieres organizar un evento de este tipo necesitas dinero, y las grandes empresas son las que están dispuestas a ponerlo.
Creo que aunque invirtiesen lo que ahora dedican a este evento no sería suficiente como para llegar a hacer todo lo que planteas, aunque reconozco que es algo que me gustaría que sucediese,sería un paso de gran valor para empezar a cambiar el rumbo y ¿Quién sabe? quizás algún día ya no fuesen necesarias más horas del planeta (soñar es gratis, no?)
Un saludo!
Efectivamente Isabel,
A las empresas les sale más barato promocionar eventos que hacer las cosas bien. Ese es el problema, que gastan en patrocinar saraos, medios de comunicación, etc, para que se hable bien de ellas, para que creamos que hacen algo, pero siguen siendo el centro del problema.
La diferencia es que si te patrocinan tienes que mirar para otro lado y hacer como que no ves que deslocalizan sus procesos productivos a países con condiciones laborales inadmisibles, donde la legislación no las obliga a asumir sus externalidades ambientales...
Si no medimos el resultado de la acción de concienciación quizá es que el objetivo no sea concienciar.
Saludos,
Alberto
Hola Alberto,
¿Y cómo medir el impacto de este evento? me refiero a impacto a nivel concienciación, es algo muy difícil y además este evento por si solo no es suficiente para concienciar, se necesitan más campañas y a distintos nivel.
Respecto a lo que comentas sobre mirar para otro lado... pues sería interesante ver si existe relación entre patrocinio y omisión de críticas a estas empresas o si son ONG de las que no se casan por nadie.
Saludos!
Yo voy a la Plaza de Oriente de Madrid a bailar por el planeta organizado por WWF. Si cientos de personas que no nos conocemos de nada podemos hacer una coreografía juntos, hay esperanza de que millones de personas actuen juntos para salvar el planeta, o por lo menos para destruirlo más despacio. Quiza incluso para construir un futuro sostenible. No tengo muchas esperanzas, pero que no se diga que no he lo he intentado.
Hola Francis,
a mi me gustaría que eso fuese una señal de que el mundo se puede cambiar, creo que no es tan fácil pero bueno, la verdad es que como iniciativa me gusta pero se necesita mucho trabajo para cambiar la forma de pensar, sobre todo la forma de pensar de los dirigente de empresas y gobiernos y convencerlos para que modifiquen sus actitudes respecto a estos temas.
Gracias por tu comentario, espero que el sábado te lo pases muy bien y que la coreografía salga genial! Un beso!