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Sin enchufes

Estamos tan acostumbrados a tener la electricidad a nuestra disposición que vivir sin ella nos resultaría muy difícil, pero no es imposible.

Vivir sin electricidad no sería una excusa para llegar tarde al trabajo. Sin usar electricidad, ni despertadores con pilas, ni la alarma del móvil, podrías despertarte con agua y un despertador, un poco más grande de lo normal, que también sirve para decorar. Basta con llenar el recipiente del despertador con la cantidad de agua concreta. Este contenedor empezará a vaciarse poco a poco, cuando finalmente está vacío se mueve y choca contra una pequeña varilla metálica, produciendo el sonido que te despertará.

Si después de este dulce despertar te apetece un café calentito no es problema. Una cocina solar es la solución. Hay muchos modelos, los más sencillos se puedan hacer con dos cajas de cartón y entre medias de ellas papel de periódico arrugado, (para retener el calor) el interior de la caja más pequeña se forra de un material que sea capaz de reflejar la luz solar, como tapadera lo mejor es un cristal y ya puedes disfrutar del café, aunque eso sí, tarda más que en la cocina eléctrica.

Refrigerar alimentos también es posible. Mohammed Bah Abba ha diseñado un sistema de refrigeración para ser utilizada en zonas con pocos recursos. La base del diseño es la misma del botijo. Con dos vasijas, una dentro de otra y entre medias de ellas se pone arena y agua. La evaporación es  la responsable de mantener el interior fresco.



isa: Ingeniera técnica agrícola y licenciada en ciencias ambientales por la Universidad de Salamanca. En busca de una vida más sostenible.

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